Cultivo-de-maíz

Una de las hortalizas que no puede faltar en las comidas es el maíz por la cantidad de nutrientes que aporta, una de las ventajas que ofrece es que es muy fácil de cultivar. De hecho, es considerado uno de los alimentos que menos requiere de atención, con el propósito de que puedas obtener excelentes mazorcas de grano muy saludable, debes tomar en cuenta los siguientes consejos sobre el cuidado en el cultivo de maíz.

Riego del cultivo de Maíz

El riego es una parte fundamental del cultivo de maíz, de ello depende la calidad de la mazorca que se produzca, claro que todos los demás factores influyen, pero el riego es indispensable. Según estudios de pluviometría realizados y aplicados en distintos cultivos, se determinó que el agua en forma de lluvia es necesaria, específicamente en el periodo de crecimiento en contenido de 40 a 65 cm.

Se debe tener muy claro al momento de plantarse la siembra de maíz que se trata de un cultivo altamente exigente en el consumo de agua, como promedio de orden en el día de 5 mm. En cuanto al tipo de sistema que se puede aplicar, dependerá de la extensión y el tipo de terreno, sin embargo, se sugiere el de manta o por aspersión, siendo este último uno de los más empleados por los grandes productores.

Condiciones de riego en el cultivo de Maíz

Durante todo el periodo de cultivo, las necesidades hídricas del maíz varían de acuerdo a las necesidades de la planta que se encuentra en pleno desarrollo. Cuando está en la etapa de nacimiento no se le debe aplicar mucha agua, sin embargo, hay que mantenerla constantemente húmeda. Cuando ya está en la fase de crecimiento vegetativo, es cuando requiere de mayor cantidad de agua, y es recomendable tener una frecuencia de riego de 10 a 15 días antes de que la planta florezca.

La floración del maíz, se considera una de las fases más críticas ya que se define el cuajado y la cantidad de producción que se obtendrá. En dicha etapa se recomienda mantener la planta de maíz permanentemente húmeda para que así se realice eficazmente el proceso de polinización y cuajado. Una vez superada esta fase, se procede a trabajar el engrosamiento y maduración de la mazorca, en ese momento se debe reducir la cantidad de agua que se le aplica al cultivo de maíz.

Sistema de riego para el cultivo de Maíz

Como observamos el maíz responde directamente a las proporciones de agua que recibe en cada fase de su desarrollo, es por eso que no se puede dejar la responsabilidad del riego a las condiciones climáticas. Es un factor que no se puede definir con exactitud y en el que no se tiene control, en estos casos es recomendable los sistemas de riego. Existen muchos tradicionales como los pivotes o rodados, que ofrecen cierto control, aunque algunos los consideran un poco ineficientes y menos uniformes en la forma que aplican el agua.

En el cultivo de maíz se requiere un sistema de riego de precisión, es considerado uno de los mejores por ofrecer un mejor control en la distribución del agua y hace que los nutrientes puedan llegar directamente hasta la raíz, para así fortalecerla y favorecer el crecimiento de la planta. Además, solo riega en la cantidad precisa y adecuada según la etapa de desarrollo del cultivo.

Este sistema de riego, se puede ajustar a cualquier extensión de terreno y ser aplicado en todas las topografías, tipos de suelo y tamaño de campo. De esta forma se garantiza mantener la humedad apropiada del suelo al igual que sus niveles de nutrientes. Al mismo tiempo favoreces el uso eficiente del agua, fertilizante y el rendimiento de mano de obra.

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Cuidados del cultivo de Maíz

  • Si estás regando tus plantas de maíz recuerda mantenerlas siempre húmedas, sobre todo en el proceso de germinación de la planta.
  • Cuando la planta esté pequeña, a solo 1 metro de altura, asegúrate de retirar la mala hierba o plantas que crezcan a su alrededor, esto debilita la raíz y le quita los nutrientes a la planta.
  • Si se te dificulta pasar entre las filas de maíz, es recomendable hacer aporcado, es decir, arrimar la tierra a las plantas, haciendo surcos, para fortalecer su anclaje en el suelo y así mejorar la penetración del agua durante el riego.
  • Elige muy bien el periodo de siembra del maíz de manera que cultives en el ciclo adecuado.
  • Recuerda preparar muy bien el terreno, la planta crece rápidamente en un periodo muy corto, así que debe tener un buen lecho de siembra para que el desarrollo sea efectivo.
  • Toma en cuenta que al momento de la siembra la profundidad de la semilla debe ser de 2 cm y en suelos arenosos de 5 a 6 centímetros.
  • En cuanto al riego del maíz, si en la zona hace mucho calor, deberás incrementar la demanda de agua y nitrógeno.

Recomendaciones para el cultivo de Maíz

Si deseas lograr mazorcas gruesas y de granos saludables, es indispensable mantener la humedad del terreno, es por eso que en caso de que el suelo sea arcilloso que es el menos recomendado para el cultivo de maíz se deben realizar riegos mucho más frecuentes. Por otra parte, considera que el mayor porcentaje de nitrógeno la planta lo extrae en la etapa de floración, hasta un 70%.

Es recomendable para producciones medias de 15 toneladas de hectárea contar con 210 unidades de nitrógeno, 60 unidades de potasio y 90 unidades de fósforo. Debes estar muy atento a la fase de cosecha, pues debe realizarse lo más pronto posible una vez que la planta esté lista, esto para evitar tener problemas con las micotoxinas. Para minimizar este riesgo, es importante que la planta no haya sufrido algún estrés hídrico.

Por último, en cuanto al riego del cultivo de maíz, de existir alguna restricción de agua, esta no deberá superar los 5 mil metros cúbicos por hectárea. Teniendo en cuenta siempre evitar los encharcamientos, pues las raíces deben respirar o airearse, se considera un riego óptimo el de 6 mil metros cúbicos por hectárea.

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